Este año se conmemora el centenario del nacimiento de René Favaloro, el ilustre médico y científico argentino. Entre sus grandes logros se encuentra el descubrimiento del bypass aortocoronario, una técnica que salvó millones de vidas en todo el mundo y la creación de un centro de avanzada en Buenos Aires al alcance de toda la comunidad.
El 9 de julio de 1923, en La Plata, Argentina, nació un hombre que se convertiría en un maestro global de la medicina y un referente eterno de la tenacidad y la innovación científica. Investigador y cirujano, René Favaloro fue el inventor de la técnica de bypass aortocoronario, un procedimiento que desde su introducción hace más de 30 años salvó la vida de millones de personas en todo el mundo.
Además, creó la Fundación que lleva su nombre y resultó decisiva para el desarrollo de la medicina y la investigación en toda Sudamérica y hasta hoy continúa siendo un centro de referencia internacional tanto en atención -se realizan cirugías coronarias y trasplantes cardiacos, de médula ósea, pulmonares, hepáticos y renales-, como en investigación y educación.
El centenario del nacimiento del doctor es un excelente motivo para recorrer un legado que sigue influyendo de manera profunda en la medicina moderna.
Inicios humildes
A los 4 años, cuando vivía en el humilde barrio El Mondongo de La Plata, ya decía que quería ser doctor. Su deseo de la infancia empezó a cumplirse en 1941: se inscribió en la carrera de Medicina en la Universidad Nacional de La Plata. Hizo la residencia en el Hospital Policlínico y esos dos años le sirvieron para tener un panorama general de todas las patologías y los tratamientos.
Tenía 27 cuando su vida dio un giro que lo transformaría. Un tío que vivía en Jacinto Aráuz, le consultó si podía reemplazar por un par de meses al único médico de este pequeño pueblo de La Pampa que había enfermado. Lo que inicialmente se estimaba como un período temporal se extendió a lo largo de doce años.
Favaloro transformó una casona vieja en una clínica con sala de cirugía. Enseñó a prevenir enfermedades, logró reducir la mortalidad infantil, las infecciones en los partos y la desnutrición.
Reconocimiento global
Después de esa experiencia como médico rural, viajó a Estados Unidos para perfeccionarse. El lugar elegido fue la Cleveland Clinic. Ahí fue que el 9 de mayo de 1967, operó a una mujer que sufría la obstrucción de su aorta. Cortó parte de la vena de una pierna, la safena, reemplazó con ella el tramo dañando de la aorta y recuperó el flujo de sangre hacia el corazón. Esa intervención fue el primer bypass aortocoronario de la historia. El hecho le proporcionó el reconocimiento de la comunidad médica internacional y se convirtió en una eminencia.
Por esa época, rechazó una oferta millonaria para quedarse en Estados Unidos guiado por el deseo de contribuir al desarrollo de la investigación médica en Argentina. También trabajó arduamente por el acceso a la atención sanitaria de las poblaciones vulnerables.
Al volver, creó la Fundación Favaloro, un centro médico de avanzada en Buenos Aires, donde combinó la atención médica con la investigación científica.
Además de sus notables logros científicos, Favaloro fue ampliamente reconocido por su enfoque humanista en la medicina y su firme defensa de la ética profesional.
“Es imprescindible organizar la cooperación internacional entre los países desarrollados y en desarrollo y luchar todos juntos por una sociedad mejor, con mayor equidad y justicia social, que haga posible respetar y defender -junto con las demás conquistas sociales- el derecho inalienable del hombre a gozar de buena salud”, dijo en una conferencia en Nueva Delhi, India en 1999.
Sin embargo, a pesar de sus logros, también experimentó momentos difíciles. En los últimos años de su vida, luchó contra desafíos financieros y la creciente corrupción del sistema médico, que lo llevaron a tomar la trágica decisión de quitarse la vida en el 2000. Su muerte dejó un vacío.
A 100 años de su nacimiento se lo recuerda como un faro de esperanza en la lucha contra las enfermedades del corazón y el acceso a la salud para todos. Es un ejemplo de perseverancia y un recordatorio de que la pasión por el conocimiento y el deseo de ayudar a los demás pueden cambiar el curso de la historia.