Se inauguró Donna Acqua, el tercer eslabón de la serie Donna de Azcuy, un desarrollo que busca fluidez entre el adentro y el afuera e intensifica el vínculo con el agua y el verde.
La entrada de Acqua es imponente. Recibe a quienes ingresan una obra de arte de acero inoxidable suspendida desde el techo, que se asemeja a una ballena y lleva el nombre de Rukipa. Esta presencia no es casual: este complejo residencial del barrio de Caballito tiene una estrecha relación con el agua, el arte y la naturaleza.
Donna Acqua está compuesto por dos cuerpos: uno de 18 pisos con entrada sobre Av. J. B. Alberdi y otro de cinco plantas llamado “Edificio del parque”. Une los dos volúmenes un amplio jardín donde se muestra el leit-motiv del edificio, pues el agua recorre todo el espacio. Con sectores para el descanso, pérgolas, zona de parrillas, solarium y pileta este sector verde cuenta.
En el lobby es protagonista la obra de arte Mundo Imaginal de Adriana Bustos, ganadora de la segunda edición del Premio Azcuy, que recorre el cielorraso con dos planisferios celestes y un mapa fluvial.
También en planta baja, se encuentran los servicios y amenities del edificio Donna Acqua. Estos espacios de grandes ventanales -que son el sello de los edificios Azcuy- cuentan con vistas al parque y al patio interno donde predominan las plantas y los espejos de agua.
El gimnasio está equipado con aparatos de última generación. Incluso hay un sector para practicar yoga, con varios mats y zafus. En tanto, el salón de eventos es un espacio flexible. Presenta diferentes sectores equipados que se adaptan a cada necesidad. Forma parte de este espacio un área de bar con una barra de mármol.
Como es habitual en todos los proyectos de Azcuy, la calidad de los materiales se mantiene en los espacios comunes. Las paredes del salón están revestidas en madera, para dar calidez. Los pisos son de porcelanato marca Refin Ceramiche, importados de Italia, y los cielorrasos de hormigón visto.
Hay que dirigirse a la planta baja del Edificio Parque para encontrar el espacio de coworking. Con tonos cálidos, maceteros llenos de verde, mesas amplias y sillones, fue diseñado para adaptarse a diversas posibilidades de uso. Se destaca su interiorismo cómodo, funcional y contemporáneo y su abundante luz natural.
Donna Acqua también ofrece un espacio zen destinado al relax. Sillones con vista a los espacios verdes y los espejos de agua, conforman el lugar perfecto para darse una pausa.
Ya sea después de un largo día de trabajo o como parte de la rutina de bienestar, el sauna da la oportunidad de encontrar un momento de tranquilidad. Maderas y luces tenues sumergen en una experiencia de spa.
En Donna Acqua las vistas amplias dominan sus 124 unidades, que tienen dimensiones variadas: están entre 50 y 400 metros. Todas las propuestas comparten un lenguaje común enfocado en el diseño de líneas puras y simples, el minimalismo, los espacios integrados y la máxima calidad en los materiales.
Los balcones aterrazados cuentan con canteros que incluyen sistema de riego automático que mantiene siempre verdes a las plantas que recorren de arriba a abajo toda la fachada del edificio.