Los innovadores diseños de paredes verdes y terrazas vivas están cambiando a las ciudades. En Argentina, lidera el negocio GWall, la empresa responsable de los jardines verticales en los desarrollos de Azcuy.
Fotos: Juan Pablo Sías.
Los jardines verticales y las terrazas verdes se convirtieron en la solución para disfrutar de la belleza de las plantas en la ciudad. Apenas surgió la tendencia global, Julián Poggio, paisajista y técnico en Florihorticultura, vio la oportunidad y fundó GWall. Hoy su empresa es líder en crear estructuras arquitectónicas, que combinan innovación y naturaleza, incluso en los espacios más reducidos. Además, es responsable de crear paredes verdes de los desarrollos de Azcuy y de garantizar su mantenimiento.
¿Cómo te sumergiste en el universo de las plantas?
Soy técnico de Florihorticultura y jardinería y mis inicios fueron en un vivero. Un día, una arquitecta me consultó si le hacía un jardín vertical y yo le dije “sí, por supuesto”. Pero no tenía idea de lo que me estaba pidiendo. Entonces me puse a aprender cómo eran y así fue que inventamos un sistema propio.
¿Podrías analizar la evolución de la empresa desde su fundación?
GWall ya tiene siete años de trabajar profesionalmente. Cuando nosotros empezamos a hacer jardines verticales nadie los hacía. Hoy empresas serias que pueden construir muros verdes hay sólo cinco o seis y gente que hace jardines verticales cientos, inclusive muchos formados por nosotros. La empresa creció cuando desarrollamos nuestra propia tecnología. El primer jardín vertical grande que hicimos fue el del aeropuerto de Ezeiza. Después nos contrató Arredo y ahí empezamos a crecer mucho. Con esos clientes, mucha paciencia, trabajo en equipo, desarrollo y aprendiendo sobre liderazgo hemos logrado llegar a ser una empresa de 26 personas que con colaboradores externos llegamos a 32.
¿Qué diferencia a GWall de otras empresas que ofrecen jardines verticales?
Nuestro gran diferencial es que nuestros jardines no se mueren y tiene mucho que ver con las máquinas que usamos que son de una calidad muy diferente a la que emplea el resto. ¿En qué consiste la maquinaria que utilizan?
Están las computadoras y los sistemas de riego. Si bien no somos los fabricantes de la computadora sí somos quienes mejor saben tunearla. La computadora es muy amplia en su capacidad y nosotros sabemos cómo sacarle el jugo hasta la última gota para que funcione muy bien.
¿Qué caracteriza a los diseños de GWall?
Soy un paisajista muy práctico, no solamente diseño, sino que pienso cómo van a vivir y crecer esas plantas y qué tan difícil va a ser cuidarlas. La idea es que el mantenimiento no sea un lío y pueda perdurar en el tiempo.
Tras instalarse como líder de jardines verticales, la empresa abrió GFood, que se dedica a la hidroponia. ¿De qué manera recibió el mercado a este producto?
Ya tenemos varios equipos instalados y estamos en tratativas para desarrollar un invernadero de aluminio. Creo que es un producto muy escalable. Esto no existe como industria en Argentina. Yo creo que va a despegar pronto. Todo lo que tenga que ver con producción local de alimentos va tener un gran desarrollo en el futuro.
EXPANSIÓN DEL VERDE
¿Cómo llegaste a trabajar para los desarrollos de Azcuy?
Hace mucho tiempo. La primera reunión que tuve con Gerardo Azcuy fue en la calle Terry, en una esquina. Ahí decidimos hacer algunas cosas juntos: una fuente y unos jardines verticales en el edificio Sofía, de la serie Building (finalizado en 2013). Ese fue el primero. A partir de ahí, participamos en todas las obras de Azcuy. Y la verdad que es increíble poder acompañar a la empresa. Los dos fuimos creciendo y aprendiendo mucho, inclusive de nuestros propios errores. Y buscamos mejorar permanentemente. Eso está buenísimo, para mí es muy motivadora la sinergia que se da con Azcuy.
¿Cuáles son los valores fundamentales de la empresa en términos de sostenibilidad, diseño y compromiso con la comunidad?
Hoy somos la empresa más reconocida y líder en jardines verticales, aunque por ahí no somos la que tiene más facturación. Pero a mí no me importa. Al principio me preocupaba un poco cuando perdíamos ciertas obras con algunos clientes, pero después llegué a la conclusión de que si los proyectos se caían en realidad eso sucedía porque no eran el tipo de cliente que busco. Mi cliente es Azcuy, por ejemplo. ¿Por qué? Porque están alineados con mi propósito de hacer las cosas bien. Con otro tipo de empresas somos un número a poner en una planilla. Entonces, cuando viene por ese lado muy probablemente nosotros quedamos afuera.
¿Cuáles son los próximos proyectos de GWall?
El triple impacto es el objetivo que nosotros tenemos como empresa. Buscamos ser proactivos en las tres áreas: social, ambiental y económico, en simultáneo. Tenemos que generar más oxígeno del que quemamos, mejorar nuestra forma de trabajar lo más que podamos y a su vez tratar de ayudar a todo el planeta.