Compañías que definen un propósito y que promueven una nueva economía. ¿Qué pasa cuando el negocio es parte de la solución?
¿Qué sentido tiene una economía que crece financieramente y que, por su naturaleza, destruye los recursos de la Tierra y profundiza la exclusión? Desde hace años, surgen diferentes movimientos que buscan resolver esa compleja ecuación que une el éxito comercial con un modelo de negocio sustentable.
Muchos lo llaman economía de triple impacto, un movimiento también conocido como el de las tres P -People, Planet & Profit-, o en castellano: gente, planeta y ganancia.
Se trata de empresas que, en el camino de crecer en rentabilidad, piensan también en el impacto medioambiental y en la gente que forma parte, no sólo de la empresa sino de la comunidad en la que el negocio se inserta.
Hay diferentes formas de dar respuesta a esta inquietud, y una de ellas es el Sistema B, que busca potenciar una nueva economía que pueda crear valor para el mundo y la Tierra, promoviendo una economía medida, a la vez, desde el bienestar de las personas, la sociedad y la Tierra.
La nueva economía
“Desde Sistema B creemos que los desafíos sociales y ambientales (pobreza, inequidad, crisis climática, etc.) tienen causas sistémicas y que todos, desde nuestro lugar, somos parte del problema. Pero también somos parte de la solución, debemos resetear el sistema económico actual hacia una nueva forma”, explica Francisco Murray, Director Ejecutivo de Sistema B Argentina.
Según cuenta, esta nueva economía tiene 3 características. Primero, es una economía integrada, en la que la empresa juega un rol protagónico en resolver los problemas sociales y ambientales junto al resto de los actores del ecosistema. Segundo, es colaborativa, ya que se ve al resto como pares. “Se pone el problema en el centro, y cada uno visualiza qué tiene que hacer desde su lugar. De esta manera si crece uno, crecen los demás y se pasa de una economía vertical donde se comparte el valor generado a una más horizontal donde se genera valor compartido (Share Value)”, cuenta Francisco. En tercer lugar, al trabajar de manera integrada y colaborativa, los cambios finalmente llegan por evolución -no por revolución-. Es una economía evolutiva.
¿Qué son las Empresas B?
Sistema B nace en América Latina de la mano de Juan Pablo Larenas, Gonzalo Muñoz, María Emilia Correa y Pedro Tarak, quienes se alían con B Lab para expandir el Movimiento B. Las empresas que se certifican como Empresa B asumen un compromiso de mejora continua y ponen su propósito empresarial socioambiental en el centro de su modelo de negocio. Asumen un propósito.
¿Qué significa tener un propósito? “Es la huella que la empresa quiere dejar en la sociedad y el medioambiente. Es el “para qué” existe una empresa, la causa social o ambiental que queremos contribuir a resolver”, explica Francisco.
La certificación es entregada por B Lab, una entidad sin fines de lucro creada en 2006, con sede en Estados Unidos.
La red local: Argentina y Latinoamérica
Actualmente, existen 168 Empresas B en Argentina, 852 en Latinoamérica y el Caribe y 4927 en el mundo. Estas compañías son un claro ejemplo de que es posible concretar esta visión en los negocios.
Entre ellas, en Argentina se encuentra Aguas Danone, Animaná, Arytza, la bodega Lagarde, Camping, el restaurante de Mauro Colagreco, Carne Hamburguesas, los textiles de Elementos Argentinos, Las Balsas Relais Châteaux, la indumentaria Patagonia, etc.