Los tenistas Charly Berloq -ahora en rol de entrenador- y Camilo Carabelli visitaron las oficinas de Azcuy para compartir con los colaboradores de la compañía sus historias de esfuerzo, trabajo y dedicación en los principales courts del mundo. Reflexiones de dos campeones de la vida.
Los vemos alzar copas en los torneos más importantes del planeta, viajan a los destinos más sofisticados, fantaseamos con que ganan muchísimo dinero, pero lo que muchas veces no imaginamos es el gran esfuerzo y desarraigo que conlleva esa aparente vida de ensueño de los tenistas profesionales. Y así lo dejaron en claro en la charla que brindaron en las oficinas de Azcuy Charly Berloq y la joven promesa Camilo Carabelli.
Con muchos años de carrera, ya retirado, Charly Berloq fue quien comenzó a compartir su historia. Con 40 años, el ahora entrenador de Carabelli, ganó 19 títulos Challenger y dos ATP. “El Gladiador”, como se lo conoce, recordó algunas anécdotas: “Soy de una familia de origen humilde, a la que le costó un montón que yo juegue al tenis, que es un deporte de mucha inversión económica. Nací en Chascomús pero por cuestiones laborales de mis padres nos fuimos a vivir a Mar del Plata. A los 18 se me hacía cada vez más difícil poder viajar, ir a los torneos y me fui a Italia por una promesa de sponsoreo. Fueron seis meses difíciles. Me habían prometido varias cosas que al final no cumplieron. Entrenaba de lunes a sábado, mañana y tarde, y llegaba el domingo y estaba solo en un pueblo sin nadie, literalmente, lo único que esperaba era llamar a mi familia”.
“Cuando volví de Italia tuve la suerte de que una empresa invirtiera en mí. Sin ellos se me hubiese hecho muy complicado poder tener una carrera profesional. Un europeo tiene todo bastante más fácil. Pero el argentino tiene el plus del trabajo, de la resistencia, de que estamos acostumbrados a lanzarnos a todo”.
“En el tenis tenés que estar dentro de los mejores 100 jugadores del mundo para ganar dinero. En este deporte, cuando se habla de lo importante de la cabeza, no es si sos o no bueno en un partido, sino en mantener el equilibrio mental”.
“Nos ven en la tele y la gente piensa ‘qué lindo el tenista, viaja por todo el mundo‘ y es verdad. Pero la realidad es que si nos lesionamos no cobramos más. Y esos hoteles y esos viajes uno se los tiene que pagar”.
“Siento que tuve éxito porque he podido cumplir todos mis sueños, logré buen ranking, gané los torneos que tenía que ganar. Fui siempre bastante positivo y agradecido con todo lo que conseguí. Con constancia, esfuerzo, inteligencia, responsabilidad y equilibrio a la larga lográs muy buenos resultados”.
Por su parte, Camilo Carabelli -alias “El Brujo” por su usuario en los juegos en línea-, alcanzó, en 2022, su máximo ránking ATP en singles, el puesto 96, año en el que también accedió al cuadro principal de Roland Garros. Con 24 años y con Charly Berloq como entrenador, Camilo habló sobre su historia y sus sueños.
“Con el trabajo de los dos últimos años logré meterme en el ranking de los 100 mejores y después me relajé un poco. Tenía tantas ganas de estar en ese lugar que cuando llegué, pensé que no había nada más. Y en este deporte no te podés relajar, este año no me fue tan bien, no pude defender varios puntos. A esto se sumó que estuve con un dolor en la cadera que ahora mejoró. Con Charly estamos entrenando fuerte, siento que estoy mejorando, estoy volviendo a enfocarme de nuevo”.
“Mi meta es poder vivir del tenis y disfrutarlo. A veces se hace pesado, porque si no estás dentro de esos 100 no ganás dinero y la inversión es muy grande”.