Sol Juárez, Gerente de Producto e Innovación de Azcuy, comparte sus reflexiones sobre las profundidades del diseño, a raíz del documental Rams (2019) de Gary Hustwit que se centra en el arquitecto y diseñador industrial Dieter Rams.
FOTOS: Gentileza Gary Hustwit.
Voy a compartir algunas fuentes de inspiración, contenidos que llenan de energía y tocan lo sensible y primitivo, lo que me gusta para que me acompañe a lo largo de mi vida, particularmente en mis procesos creativos.
En este caso, un documental de Gary Hustwit, Rams (2019). El film es sobre el arquitecto y diseñador industrial Dieter Rams, alemán, jefe del equipo de diseño de la marca Braun. Un innovador de las décadas del 50’ y 60’ que, con una estética racionalista, sobria y funcional, logró definir la identidad de la marca y ser el precursor de un estilo que luego inspiraría a Apple.
Me gusta el diseño que se vuelve atemporal sin olvidar el contexto de su creación. Me gusta el diseño simple y “real”. Por eso, quiero acercarles uno de los momentos que me llenó de energía, dije “esto lo guardo conmigo” y tomé nota.
Rams pronuncia 10 principios sobre el buen diseño, muchos los conocemos, están muy presentes. Sucede algo similar a cuando volvemos sobre conceptos de meditación, yoga o mindfulness, varios en su esencia se repiten, pero es necesario volver a escucharlos para motivarnos y recordar nuestra búsqueda, el porqué de lo que hacemos.
Uno de los principios que enuncia Rams es el “diseño honesto”, ahí es donde me detengo. En ese momento, una vibración se traduce en mi cuerpo en adrenalina y emoción, me marca y queda como parte de mi mundo: “El buen diseño es honesto. Un diseño honesto nunca intenta falsificar el auténtico valor e innovación del producto dado. Asimismo, un diseño verdaderamente honesto nunca trata de manipular al consumidor mediante promesas de una utilidad inexistente o más allá de la realidad física del producto”.
Rams busca reducir sus productos a las pocas cosas que más importan, despojarlo de complejidades y accesorios innecesarios. La simpleza puede dar sensación de vulnerabilidad, pero es realmente un logro que deriva de una claridad ganada con esfuerzo sobre lo que realmente importa.
En este sentido, la honestidad está en hacer productos que simplifiquen la vida de las personas y no diseños complejos y llamativos que buscan atrapar la atención sin razón alguna. El objeto debe ser obvio desde el principio; elegante, duradero y digno.
No es la primera vez que escucho sobre diseño honesto. Aquí y ahora, en mi búsqueda personal, resonó. La física cuántica expone que las cosas están ahí, todas existen en simultáneo, pero uno como individuo despierta y ve una por sobre las demás. Y ahí es cuando esa cosa tiene visibilidad en nuestro mundo.
10 principios sobre el buen diseño
Según Dieter Rams
- Es innovador.
Es improbable agotar las posibilidades a la hora de innovar en el diseño debido a las constantes oportunidades que brinda el acelerado desarrollo tecnológico.
- Provee utilidad a cada producto.
El objetivo primordial de un producto es su utilidad. Su diseño debe ser práctico y de manera secundaria tiene que satisfacer criterios de carácter psicológico y estético. Además, evita todas aquellas características que podrían disminuir la utilidad del producto.
- Es estético.
El diseño bien ejecutado no carece de belleza. La calidad estética de un producto forma parte integral de su utilidad ya que los productos utilizados cotidianamente tienden a tener un efecto indirecto en las personas y su bienestar.
- Hace a un producto comprensible.
Un buen diseño simplifica la estructura del producto y lo predispone a expresar claramente su función mediante la simple intuición del usuario.
- Es honesto.
Un diseño honesto nunca intenta falsificar el auténtico valor e innovación del producto. Asimismo, un diseño honesto no trata de manipular al consumidor mediante promesas de una falsa utilidad más allá de la realidad física del producto.
- Es discreto.
Todo producto y su diseño debe de ser neutro y sobrio. Su sobriedad y neutralidad tienen como objetivo proveer un espacio de expresión para el usuario. Todo producto bien diseñado cumple un propósito semejante a aquel de toda herramienta y por lo tanto un buen diseño no confunde la identidad de sus productos con objetos de decoración ni con obras de arte.
- Es duradero.
Toda moda es pasajera y subjetiva. La correcta ejecución del buen diseño da como resultado productos inherentemente objetivos y anacrónicamente útiles. Estas cualidades se ven reflejadas cuando los usuarios tienden a atesorar y favorecer aquellos productos bien diseñados, incluso en sociedades cuyas tendencias de consumo son claramente desechables.
- Concibe exhaustivamente hasta el último detalle.
Un buen diseño nunca deja nada al azar dado que el cuidado y la exhaustiva precisión de cada detalle expresa el respeto de los diseñadores para con sus consumidores. Cada error es una falta de respeto.
- Respeta el medio ambiente.
Un buen diseño debe contribuir significativamente a la preservación del medio ambiente mediante la conservación de los recursos y la minimización de la contaminación física y visual durante el ciclo de vida del producto.
- Es diseño en su mínima expresión.
“Menos, pero con mejor ejecución”, desde este enfoque se destacan los aspectos fundamentales de cada producto y se evita sobrecargarlos de todo aquello que no sea esencial.