Se realizó con grán éxito la 20va edición de la Feria Art Basel Miami Beach y, por unos días, la ciudad se convirtió en el centro del mundo del arte. De Basquiat a Picasso, qué fue lo más destacado.
En un principio fue una idea resistida. Pero a 20 años de la primera feria de arte contemporáneo suiza Art Basel realizada en la soleada ciudad de Miami Beach, el balance es más que positivo. La primera edición fue en 2002 y contó con 200 galerías en exhibición. El éxito fue inmediato y pronto se convirtió en una visita obligatoria del calendario global del arte. En el cumpleaños número 20 convocó a un número récord de expositores –282 de 38 países. También asistieron celebridades coleccionistas o aficionadas al arte como Leonardo Di Caprio, el músico y productor Pharrell, además de la ex tenista Venus Williams y Martha Stewart.
En 2022 una de las obras destacadas fue Ruffians, de Jean-Michel Basquiat, ofrecida en veinte millones de dólares en el espacio de Van de Weghe. El cuadro, de 1,5m de altura, data de 1982, es decir que fue producido en el punto más álgido de la carrera de Basquiat. También una obra de Picasso de 1936 valuada en 11 millones de dólares. Es un retrato de su amante Dora Maar, procedente de una colección privada.
La galería contemporánea White Cube presentó Bowl of Eggs de Jeff Koons, una escultura de resina de tres metros de ancho valuada en 7,5 millones de dólares. Se trata de una de las cinco ediciones y el único cuenco de color amarillo. Lo acompañó otro Basquiat tasado en 2 millones de dólares, y un Fish Cabinet de la colección de Historia Natural de Damien Hirst, llena de formaldehído, que salió al mercado por 675 mil dólares.
Alexander Calder, escultor y artista reconocido por sus móviles, fue una presencia fuerte en la feria, ya que presentó Clouds Over Mountain (1962), una obra de cuatro metros con un valor de 7,5 millones de dólares. El espacio de Edward Tyler Nahem presentó también una obra de gran porte, en este caso de Keith Haring. Se trata de una pieza de 6 metros que tuvo un precio de 4,5 millones de dólares.
Sin embargo, una obra llamó la atención a todos. Instalado en el stand de Perrotin por el colectivo artístico de Brooklyn MSCHF, se trata de un cajero automático gratuito que funciona, pero cada vez que alguien extrae dinero en efectivo, le toma una fotografía y muestra el saldo de su cuenta en una tabla de clasificación a la vista de todos.