Little Island, un impresionante predio lleno de verde sobre el río Hudson, se convirtió en la flamante atracción de Nueva York. Una joya arquitectónica que redefine el concepto de espacio público.
Nada de sirenas, bocinazos, ni motores se oyen en Little Island. Si bien está dentro de la ciudad más vibrante del planeta, este nuevo parque flotante ubicado en Nueva York, Estados Unidos, funciona como un oasis verde donde distenderse.
Montado sobre el río del Hudson, la estructura se compone de una serie de plataformas ondulantes cubiertas de vegetación. Sostienen todo eso 280 pilotes con formas de tulipán que parecen emerger del agua. Unos 130 funcionan como macetas que se encadenan a lo largo de 10.000 m2 y conforman una superficie llena de vegetación.
En un intento por reimaginar los espacios verdes en las ciudades, surge esta obra arquitectónica de apariencia orgánica que traza un puente entre el mundo urbano y la naturaleza. Fue diseñada por la firma inglesa Heatherwick Studio con el apoyo en el paisajismo del estudio neoyorquino MNLA. Ocupa el lugar donde estuvo el muelle 54, que fue destruido durante el huracán Sandy que azotó en 2012. Quedan algunos vestigios del pasado, que se mantuvieron en gran medida para respetar los hábitats de la vida acuática.
“Con mi estudio nos interesamos en los restos existentes de los viejos muelles -detalló Tomas Heatherwick-. Nos preguntamos si la identidad de nuestro nuevo parque y espacio cultural podría emerger del agua, al igual que esos pilotes estructurales que sobresalen del río, pero sin necesidad de agregar ninguna losa encima. Esta idea evolucionó. Armamos bases de hormigón para luego continuarlas fuera del agua, extendiéndolas hacia el cielo con secciones de un paisaje verde generoso”.
Una vez en Little Island, lo que se despliegan son senderos serpenteantes rodeados de flores y árboles, un césped que atraviesa los distintos desniveles y áreas de descanso con foodtrucks y mesas al aire libre que invitan a relajarse. Además, hay varios miradores donde disfrutar de impresionantes vistas de Manhattan. Incluso se llega a ver la silueta del Empire State Building.
“Little Island se transforma en un jardín botánico marítimo con 35 especies de árboles, 65 especies de arbustos y 270 variedades de pastos, plantas perennes, enredaderas y bulbos, muchos de los cuales han sido seleccionados por su fragancia y atractivo para las aves y los polinizadores”, declaró Signe Nielsen, directora del estudio de paisajismo MNLA.
Parte de la magia de Little Island se encuentra también en su propuesta cultural. Con una amplia programación de eventos y actividades, su anfiteatro al aire libre ofrece planes para todos. Desde conciertos en vivo hasta representaciones teatrales, pasando por exposiciones de arte contemporáneo y proyecciones de películas, la isla garantiza algo emocionante para descubrir en cada visita.