Desde la automatización en las casas hasta las nuevas formas de educación y trabajo, cada innovación modifica nuestra vida cotidiana. El experto en tecnologías emergentes Joan Cwaik reflexiona sobre las transformaciones que plantean los avances en la era digital.


Todo evoluciona a velocidades impensadas. De pronto, nos encontramos con dinero virtual, automatización en las casas (para controlar la iluminación, la seguridad, el clima y los electrodomésticos), movilidad eléctrica, realidad virtual y aumentada que brindan experiencias inmersivas en entretenimiento, educación y comunicación y muchas otras innovaciones que modifican la vida cotidiana.
¿Estamos listos para tantas transformaciones en simultáneo? “Los cambios para los humanos son sinónimo de peligro. Nuestro cerebro busca, con un objetivo evolutivo y de supervivencia, la estabilidad. Podríamos decir que hay algo en nuestra genética que nos lleva a ser conservadores y querer evitar especialmente aquellos cambios que nos hacen pensar en términos de lo incierto. ¿Cómo compatibilizamos esto con la idea de que vamos a tener que acostumbrarnos a cambiar constantemente para adaptarnos al mundo del futuro? La respuesta es algo difícil”, detalla Joan Cwaik en la introducción de su libro “Postecnológicos: habilidades para recuperar lo humano” (Lea / Usina del Conocimiento, 2024). El escritor, divulgador y conferencista argentino centrado en las tecnologías emergentes es autor también de “El Dilema Humano: Del homo sapiens al homo tech” (Galerna, 2021), y “7R: Las siete revoluciones tecnológicas que transformarán nuestra vida” (Penguin Random House, 2020).
En una larga charla, analizó cómo impactaron los avances tecnológicos en nuestra existencia.
El primero de tus libros habla de “las siete revoluciones tecnológicas que transformarán nuestra vida”: criptomonedas, internet de cosas, big data, realidad virtual, impresión 3D, robótica con Inteligencia Artificial (IA) y ciudades inteligentes. Lo publicaste en 2020, ¿cómo evolucionó cada una de estas tecnologías en estos cuatro años?
Hay que considerar que a ese libro lo escribí entre 2017 y 2019. Pensando en cómo evolucionaron estas tecnologías, podemos ver que Bitcoin en estos últimos cuatro años vivió una adopción institucional muy grande. Un gran porcentaje de corporaciones tienen inversiones en carteras de criptomonedas. Con respecto al internet de las cosas (IoT) lo que se ve es que en un mundo con 8.000 millones de personas, hay más de 20.000 millones de dispositivos conectados. Big Data fue una de las principales tecnologías que facilitaron combatir la pandemia. El análisis de la información, mezclado con IA, es clave para mejorar la predicción en campos como la salud. La realidad aumentada y realidad virtual están cambiando sectores enteros como la medicina y la educación. En lo que va de 2024 ya pasamos los 20 millones de cirugías usando tecnología de realidad aumentada. La impresión 3D tuvo avances muy significativos, por ejemplo, vinculados a la construcción. En el caso de la robótica con IA se observa que fue la tecnología que mayor impulso tuvo. Una de las irrupciones más grandes fue la robótica doméstica y las inversiones en ciudades inteligentes. También se vivió el año pasado una implosión del Chat GPT con la IA generativa. El fenómeno creó un mercado global gigante.
¿Cuáles creés que serán las innovaciones que más impactarán en nuestras vidas en el futuro?
Vuelvo al tema de la IA generativa; junto con el Chat GPT-4 están transformando sectores enteros. Logra que las empresas incrementen la eficiencia drásticamente. Luego está la biotecnología que se centra en el tratamiento de enfermedades genéticas. Y creo que otro avance que va a transformarnos son las energías renovables.
¿Qué dilemas presenta el avance de la tecnología en nuestro día a día?
Hoy la tecnología es totalmente transversal a nuestra vida cotidiana y eso abre muchísimos debates vinculados a la privacidad, la conectividad y la gestión de datos personales. En Latinoamérica no tenemos una reglamentación, como sí existe en Europa. La implementación de la tecnología requiere marcos éticos que sean sólidos, robustos y, en la actualidad, muy pocas empresas tienen políticas de integración tecnológica bien definidas. De ahí surge el exceso.
¿Cuáles se vislumbran que serán los “trabajos del futuro”?
Sabemos que los desarrolladores que usan IA y ética tecnológica van a ser demandados. También especialistas en implementar y gestionar tecnologías verdes. Diseñadores de experiencias que usen realidad aumentada en entretenimiento o en educación van a ser cada vez más requeridos. Incluso serán puestos del futuro los analistas científicos de datos. Especialistas en biotecnología serán muy buscados.
Una estadística del Foro Económico Mundial dice que en los próximos cinco años el 50 % de las tareas que vamos a realizar van a ser distintas. El mundo del futuro va a requerir por un lado muchos programadores, matemáticos y físicos y, por otro lado, se necesitarán muchos sociólogos, periodistas e historiadores para hacerle frente a esta realidad.