De la costa de Ámsterdam, emerge Sluishuis, un edificio residencial que rinde tributo a la tradición náutica local y se perfila como un nuevo icono de la ciudad.
FOTOS: Ossip. Gentileza Barcode Architects & BIG
La visión fantástica de un edificio que se eleva desde el agua y, a través de un pórtico le abre el paso a los barcos que llegan al puerto, se hace realidad en Sluishuis, un complejo residencial construido en una isla artificial sobre las aguas del lago IJ en Amsterdam, Holanda. Su diseño, le da un giro impactante y contemporáneo a la tipología de casas flotantes que forman parte del paisaje urbano.
El edificio proyectado por los estudios BIG (Bjarke Ingels Group) y Barcode Architects fue pensado como un bloque que dialoga tanto con la ciudad como con el lago.
Desde tierra firme, se conecta con el centro histórico y, por su diseño aterrazado, permite disfrutar de la vista panorámica. Si se ve desde el lago, toma protagonismo el pórtico que evoca una gruta por donde ingresan buques y otras embarcaciones que atracan en los muelles privados.
VIDA DIARIA
El complejo, que puede percibirse como una pequeña ciudad en el puerto o como un puerto con su propia ciudad, cuenta con 442 departamentos, una escuela de vela, un centro de deportes acuáticos y un restaurante. Las características de las unidades son variadas. Hay estudios compactos, dúplex y pisos premium con terrazas que dan hacia el pintoresco barrio de IJburg. Las más impactantes están en la parte inferior del voladizo, ya que cuelgan sobre el agua y desde ahí se puede ver cómo las embarcaciones pasan por debajo.
La llegada a casa es inmejorable: se accede desde el patio central donde se ven el voladizo y el agua. En el interior, cada departamento tiene vistas panorámicas y abundante luz natural debido al volumen de doble corte.
La materialidad define los usos y simbolismos que identifican las dos caras de Sluishuis: del lado del lago, la fachada está revestida con paneles de aluminio que reflejan el agua. Del lado aterrazado, el frente de madera natural, a tono con el entorno, genera un paisaje cálido.
ESPACIO ABIERTO
Sluishuis favorece la conexión entre residentes y visitantes. Los balcones escalonados crean sorprendentes vistas e intercambios. El recorrido público por la cubierta, así como el parque infantil, el paseo del embarcadero y la disposición de las terrazas de madera estimulan los encuentros espontáneos.
Para garantizar un uso eficaz de la energía combinaron excelentes técnicas de aislamiento, triple acristalamiento y recuperación de calor de los sistemas de ventilación. El consumo de luz con artefactos LED, está cubierto por 2200 m² de paneles solares.
En el frente, los costados y en el patio hay jardines con plantas autóctonas. La vegetación corre a través de las terrazas hasta llegar al techo, conquistado por una agradable atmósfera verde.