Creador de Hangar Uno, el pionero de la aviación explica las novedades de la industria: los helicópteros, los taxi aéreos y los jets .
A principios de la década del ’80, Guillermo “Willie” Tufro, ex aviador naval, se desempeñaba como piloto en Aerolíneas Argentinas. Tenía un campo en Córdoba que estaba en la montaña. Y como le resultaba difícil llegar, compró un R22, un pequeño helicóptero. Ese es el inicio de Hangar Uno, la empresa que comanda, actualmente el hangar más grande del aeropuerto de San Fernando, con 250 m de largo y más de 60 clientes.
Con el primer helicóptero comenzó a dar instrucción a un nuevo segmento de consumidores: profesionales, empresarios, que querían volar ellos mismos su propia aeronave. Y en 1986, decidió importar otros helicópteros más con la ayuda de sus amigos devenidos alumnos y también clientes.
“Conseguí un Robinson R22 chiquitito y empecé con eso. Todos mis amigos se entusiasmaron con el helicóptero; y de repente terminé con una escuela y 4 helicópteros más. Así que empezó entre amigos, como un club”, cuenta Willie.
En ese momento, según cuenta, el 20 por ciento de los helicópteros eran de la gente del campo; y el 70 u 80 por ciento restante era usado por gente que volaba por diversión. Pero eso fue cambiando y las estadísticas se invirtieron. Ahora, el 70 u 80 por ciento corresponde a helicópteros que se venden en el interior para uso agropecuario. “En esos lugares a los que no se puede llegar con el avión, el helicóptero es absolutamente irremplazable. Por ejemplo, para los ingenieros agrónomos que operan en 10 o 15 campos. Porque pueden hacer en un día lo que antes se hacía en 10, recorriendo el país arriba de una pick up. Porque aterrizan en medio de la soja, de las vacas, y hacen tres o cuatro estancias en una mañana; es una herramienta fundamental”, explica.
Y aunque el origen del negocio son los helicópteros -son representantes exclusivos de Robinson Helicopter Company-, luego se convirtieron en representantes de Piper Aircraft, la columna vertebral en términos de aviones. Seis años atrás lanzaron un servicio con un jet ejecutivo de pasajeros: Honda Aircraft Company, que fue un éxito inmediato. Actualmente, Hangar Uno se dedica a proveer todo tipo de servicio: traen las aeronaves al país, las comercializan, y mantienen.
“Ahora estamos en plena expansión, vamos a incorporar traslados sanitarios y a ampliar los vuelos ejecutivos con mejores aviones. El famoso taxi aéreo que después de la pandemia ha tenido un incremento muy grande”, explica Willie.
Además, en Hangar Uno funciona un Centro de entrenamiento de pilotos orientado a la persona que vuela su propio avión o helicóptero. “No formamos pilotos comerciales. Actualmente, está todo muy perfeccionado, muy automatizado y tanto helicópteros como aviones son mucho más fáciles de volar; la verdad es que está al alcance de cualquiera”, resume.